Director general de Biocat
Tendencias globales. Retos locales
Consolidación, eficiencia y transformación
La cuarta edición del Informe Biocat pretende, un año más, presentar y actualizar los indicadores y los principales datos del sector de las ciencias de la vida y de la salud de Cataluña para ofrecer una visión holística de la BioRegión.
Este año, hemos hecho un esfuerzo en la síntesis de las ideas y del documento en general que, por primera vez en formato digital y con un diseño más visual, incluye tanto la situación de los principales agentes del ecosistema como la opinión de expertos internacionales e iniciativas relevantes, que esperamos que contribuyan a entender mejor la realidad de un sector complejo y en progresiva transformación.
Entre las novedades de la publicación 2015 también destaca un abanico de casos de éxitos empresariales que ponen de manifiesto la gran calidad de la investigación catalana, el espíritu emprendedor y el trabajo bien hecho de un número cada vez mayor de compañías que están en la primera línea de la liga europea e internacional. Y es que los éxitos de la BioRegión se pueden explicar de forma global, con datos, pero también a través de proyectos concretos y de los equipos que hay detrás. No ha sido una selección fácil, porque empezamos a contar con un número abundante de ejemplos para cada subsector (biotec y farma, tecmed y digital health), pero hemos intentado recoger una muestra representativa con criterios de una trayectoria empresarial consolidada, éxitos financieros, grandes operaciones o innovación en sus productos/servicios.
Un conjunto de datos y jugadores de la champions que nos alientan a continuar trabajando para fortalecer las potencialidades de una BioRegión que avanza, a pesar de un entorno difícil, cada vez más comprometida y capacitada para dar respuesta a los grandes retos de salud actuales, y para aumentar el crecimiento económico y social de un país pequeño que compite en un mercado global.
Tendencias y retos globales
La globalidad intrínseca del sector de las ciencias de la vida y la salud exige estar atentos a los cambios constantes y a la evolución de las tendencias internacionales que impactan en los mercados y las organizaciones que trabajan en ellos. Por un lado, los cambios demográficos, el aumento de las enfermedades crónicas, la expansión de los mercados emergentes, los avances en tratamientos y en tecnología marcan el crecimiento de los últimos años, y, por otro lado, junto con la exigencia de reducción de costes, la mejora de resultados y la demostración de valor por parte de gobiernos y proveedores. Por tanto, es evidente que vivimos una etapa de transformación.
A continuación destacamos consideraciones importantes (algunas de las cuales se encontrarán en los artículos del Informe) que evidencian la necesidad de adaptarnos, innovar, colaborar y ser más eficientes en los próximos años.
Primera tendencia: convergencia entre sectores
Los avances científicos y tecnológicos de la última década están provocando que las fronteras tradicionales entre sectores dentro de las ciencias de la vida y la salud (proveedores, farma y biotec, medtec, digital health) se estén difuminando.
En los últimos tres años se ha producido una convergencia creciente entre estos sectores: no solo cada uno de ellos es importante por sí mismo, sino que cada vez son más importantes unos para otros: una farma que quiere ofrecer productos beyond the pill o beyond the molecule necesita basarse en el campo del tecmedc y del digital health; o un hospital que quiere reducir su gasto en farmacia se plantea cómo puede involucrar la farma en acuerdos de riesgo compartido, etc.
Por otra parte, vamos hacia un mundo en que la consolidación tendrá lugar no solo dentro de nuestro sector, sino entre sectores tradicionalmente diferentes. La próxima gran operación de fusión y adquisición (M&A) podría producirse entre una gran farma y una gran empresa de telecomunicaciones.
Esta tendencia implica que la capacidad de colaborar con otros actores será más crítica que nunca en la próxima década. La pregunta es: ¿quién ejercerá el rol de liderazgo en estas nuevas situaciones?
Segunda tendencia: cada subsector deberá responder a nuevos retos
Cada uno de los subsectores (proveedores, farma y biotec, medtec, digital health) y las principales actividades relacionadas con el conocimiento (investigación e innovación) se someten a nuevos retos. En esta próxima década, habrá mucho talento (inteligencia), soft skills (habilidades de colaboración y trabajo multidisciplinario), y multidisciplinariedad para dar respuesta a este nuevo paradigma.
Proveedores de salud:
- Aumenta la percepción de que hay diferencias entre el coste asumido y el valor creado. Los gobiernos (en los entornos donde la financiación de la salud es mayoritariamente pública), y las empresas y los ciudadanos (donde la financiación es mayoritariamente privada) se cuestionan la rentabilidad del gasto en salud.
- En cuanto al sistema, los gobiernos y las administraciones cuestionan el valor del dinero que se gastan para prestar servicios de salud. De los 200 países que hay en el mundo, no hay ninguno que esté razonablemente satisfecho con su sistema de salud. La última crisis ha provocado que los gobiernos, principales financiadores de la salud, reduzcan sus aportaciones presupuestarias. En el ámbito hospitalario, el declive de la financiación pública ha puesto mucha presión para conseguir aumentar la eficiencia.
- La estrategia de Value-based health care delivery1 propuesta e impulsada por Michael Porter (Harvard Business School)2 está detrás de algunos de los principales esfuerzos que están haciendo diferentes países de todo el mundo (como Alemania, Gran Bretaña y Singapur). En un mundo cada vez más basado en los datos, se está forzando que la provisión de servicios de salud se base en outcomes clínicos y no solo en la percepción de los beneficios intrínsecos de la tecnología altamente sofisticada.
- En las últimas décadas, el gasto en salud ha crecido más rápidamente que el crecimiento del PIB (una situación insostenible). Y no solo eso, sino que este sector no ha logrado las mejoras en productividad que otros sectores han experimentado. De hecho, según un estudio de McKinsey & Co.,3 el sector de la salud está a la cola del ranking en ganancias en productividad desde 1990.
- Esta tendencia exigirá a los proveedores de servicios de salud (hospitales y atención primaria) alcanzar tasas superiores de eficiencia y productividad.
- Para responder a estos retos, los hospitales colaboran cada vez más entre ellos. De hecho, el número de áreas en las que colaboran ha crecido respecto a las áreas en las que competían. Ejemplos importantes son High Value Health Collaborative (HVHC), International Consortium for Health Outcomes Measurement (ICHOM) o The Children’s Hospitals’ Solutions for Patient Safety National Children’s Network.
- Hasta ahora, se han hecho mejor los recortes que las reformas. Las dos reformas principales en los hospitales pasarán por: 1) cambiar el foco del modelo (prevenir antes que curar); y 2) abandonar un modelo de negocio que depende mucho de las estructuras físicas (edificios, equipamiento) y poco de la tecnología (online care y big data).
Farma y biotec:
- Las farmacéuticas avanzan cada vez más en el proceso de transformar sus cadenas de valor. Hace una década, la cadena de valor del producto farmacéutico estaba total o mayoritariamente controlada y se hacía dentro de las propias empresas. Posteriormente, diferentes olas de externalización de actividades (outsourcing), primero actividades secundaria y después, en algunos casos, en actividades principales y core, permitieron a las farmas conseguir reducciones de costes y una mayor flexibilidad en la utilización de los recursos. Actualmente, vemos una desintegración de la cadena de valor hacia estructuras de partenariado diferentes (las pequeñas biotec ya no son empresas que las farmas compran, sino empresas con las hacen acuerdos de colaboración en diferentes modalidades).
- El reto de la industria farmacéutica es evolucionar de ser proveedores de medicamentos a empresas de gestión de la salud y las enfermedades de los pacientes. Será necesaria, por tanto, una comunicación cada vez más fluida entre los agentes de la salud y la comunidad de pacientes.
- El principal driver de crecimiento de la industria farmacéutica pasa inexorablemente por la innovación. Ante el reto de la baja productividad de la investigación (ley de Eroom),4 la industria farmacéutica se basará cada vez más en procesos de open innovation, y ofrecerá plataformas con espacios de colaboración donde se ofrecen instrumentos de investigación a partners externos de la propia empresa.
- En cuanto al producto, la tendencia es ir beyond the pill. Ante el riesgo de los genéricos y el patent cliff, ¿cómo pueden transformar sus productos (sin atributos posibles de diferenciación) en servicios (medicines as a service5)? Los dispositivos médicos (hardware) y el digital health (software) son el compañero de viaje perfecto para la industria farmacéutica.
Tecmed:
- Antes era suficiente con que las innovaciones ofrecieran resultados superiores a los estándares. Ahora hay un cambio de tendencia que pasa porque los nuevos productos sean capaces de ser a la vez superiores clínicamente y (principalmente) capaces de reducir costes al sistema. Históricamente, el sector de tecnologías médicas ha logrado resultados mejores pero también ha contribuido a incrementar los costes del sistema.
- Como respuesta al cambio de orientación hacia los sistemas de pago basados en el valor (value-based payment), las empresas tecmed deberán transformarse en partners estratégicos de los sistemas de salud (gobiernos, hospitales) y dejar su papel tradicional de proveedores de tecnologías médicas.
- Actualmente, el mercado tecmed mundial es un mercado concentrado: las 15 compañías principales tecmed del mundo tienen más del 80% de cuota de mercado. Por otra parte, el 95% de las empresas tecmed en Europa son pymes.6
- En su tradicional compra de pymes de tecnologías médicas, las grandes empresas tecmed orientan su estrategia de compras hacia las empresas de servicios y de digital health. El caso de Medtronic (la empresa más grande de tecnologías médicas después de su fusión con Covidien en 2015) es un buen ejemplo, con la adquisición Diabeter (compañía holandesa dedicada a prestar servicios de gestión de la diabetes para niños y adolescentes mediante la utilización de tecnologías de monitorización y seguimiento).
- En los próximos años veremos cómo las grandes empresas de tecnologías médicas (Medtronic, J&J Medical Devices & Diagnostics, GE Healthcare, etc.) comienzan una carrera de compras de pequeñas y medianas empresas en el campo de los servicios y el digital health.
Digital health:
- Lo que empezaba simplemente como una capa más de la informatización (digitalizar lo analógico), ha terminado siendo la forma más disruptiva en el sector sanitario.
- En 2014, las inversiones de capital riesgo en compañías digital health en EEUU sobrepasaron los 4.000 millones de dólares, equivalente a la suma de los tres años anteriores (2011-2013). En 2015, esta tendencia se mantuvo, y se consiguieron casi los mismos volúmenes.7
- Comienzan a aparecer lo que se conoce como terapias digitales (digital therapies), que son reembolsadas (inicialmente por aseguradoras, aunque no por el sistema de salud). En territorio europeo tenemos dos buenos ejemplos: Caterna (tratamiento digital para la ambliopía, reembolsable en Alemania) y MySugr (monitorización y gestión de la diabetes, reembolsable en Austria).
- El reto del digital health en los próximos años será cómo se puede utilizar el big data para conseguir modelos predictivos (predictive analytics) que nos permitan transformar la prestación de servicios en más preventivos que curativos. Si trabajamos bien los datos seremos capaces de traducirlos en información que transformará: 1) la medicina (como ciencia), en el momento que podamos mejorar nuestro conocimiento de la biología de la enfermedad (nuestra gran limitación actual); 2) la salud (como industria), con la introducción de nuevos actores, principalmente tecnológicos, tanto gigantes (todos los grandes ya están en el ámbito de la salud: Apple, Google, Facebook, Amazon, Microsoft) como start-ups (en el último informe de CBInsights hay más de 800 start-ups con productos y servicios en este campo); y 3) la prestación asistencial (como servicio): avanzaremos hacia una medicina de precisión o personalizada, que dará a cada paciente el tratamiento que necesite, y no lo que señale el protocolo genérico.
- Desde el punto de vista de la inversión, la actividad en digital health ha sido frenética: en 2015, ha habido más deals en digital health (891) que en biotec (473), aunque el volumen ha sido ligeramente mayor en biotec (6.000 millones contra 5.700 millones de dólares).8
Tercera tendencia: la colaboración como palanca para una nueva configuración del ecosistema
Los dos procesos principales para generar valor en una economía del conocimiento (la investigación y la innovación) son ambos, por su propia naturaleza, extremadamente ineficientes. Por lo tanto, es clave acertar las estrategias, las políticas y las metodologías en las que, en un entorno de restricción presupuestaria, el retorno sea máximo. Y es que, además, la capacidad de transferir los costes a otros agentes del sistema se está reduciendo.
Dadas las características de nuestro sector (diverso, regulado y con un número amplio de actores interdependientes), en salud es relativamente fácil crear y entregar valor (con actividades que generan costes) y bastante complicado capturar valor (generar ingresos).
En este sentido, una manera de maximizar la eficiencia de los procesos es mejorar las actividades de transferencia de tecnología, ya que son las que permiten no solo contribuir al gran árbol de la ciencia, sino también construir empresas que comercialicen productos y servicios que, por un lado, impacten positivamente en la salud de los pacientes (si no llegan al paciente no son útiles para nadie) y, por otra parte, sirvan como palanca para el crecimiento económico y social de ciudades-regiones-países.
Y es que nos encontramos en un sector en el cual la participación y el liderazgo del conjunto de los actores se vuelve cada vez más importante. No podemos exigir al otro que sea él quien se arriesgue. Lo tenemos que hacer todos: no solo los emprendedores, no solo el sector privado, no solo el sector público. Aquí radica la dificultad del reto: hacerlo juntos. Los que colaboren mejor tendrán más capacidad, no solo de generar y entregar valor, sino también de capturar valor. La sostenibilidad de los sistemas de salud así como de las ciudades-regiones-países como ejes de desarrollo económico en el futuro pasará por este camino.
Situación en la BioRegión
En septiembre de 2015 (año de cierre de los datos de este Informe), la BioRegión cuenta con 734 empresas (221 biotecnológicas, 46 farmacéuticas, 94 de tecnologías médicas innovadoras, 208 proveedores e ingenierías, 139 empresas de servicios profesionales y consultoría y 26 entidades de inversión activas) y 89 entidades de investigación (41 centros de investigación, 15 hospitales universitarios, 11 universidades que ofrecen estudios de ciencias de la vida; 13 parques científicos y tecnológicos con actividades en ciencias de la vida; 7 centros tecnológicos y 2 grandes infraestructuras científicas).
Todos estos activos hacen de la BioRegión un ecosistema muy competitivo e innovador que ha ganado peso respecto a otros clústeres líderes europeos, con la mayoría de los cuales mantiene acuerdos de colaboración.
Empezamos por hacer una aproximación al panorama empresarial, donde el balance de estos dos años nos lleva a una valoración positiva global. Por un lado, el incremento del número de compañías (debido a su crecimiento sostenido, a la incorporación de empresas de servicios a este sector y a la ampliación de la base de datos del Directorio Biocat, especialmente empresas tecmed y digital health),9 el aumento de la dimensión de las empresas (el número de empresas medianas ha aumentado y se han reducido las empresas pequeñas) y, por otro, la elevada captación de fondos de inversión (especialmente en 2015) y las grandes operaciones empresariales son signos que evidencian la consolidación progresiva de nuestro ecosistema. Y es que la apuesta hecha por la Administración hace más de 10 años para impulsar la BioRegión empieza ahora a recoger los frutos más significativos. La calidad de nuestra investigación, el nivel científico de los proyectos, la madurez alcanzada por las empresas, los emprendedores y los inversores locales especializados –cada vez más conectados internacionalmente– han contribuido de manera efectiva a los éxitos vividos este último año. En el campo de la biotecnología, por ejemplo, solo las tres operaciones de Minoryx, Oryzon y Aelix Therapeutics en Barcelona superan los datos de toda la inversión privada del 2014. Cabe decir que la efervescencia de los mercados internacionales, sobre todo en EEUU, con salidas a bolsa importantes, una intensa actividad en fusiones y adquisiciones y grandes ampliaciones de capital, ha influido, sin duda, en esta etapa de bonanza.
En cuanto a la excelencia científica, Cataluña continúa situándose entre las primeras regiones europeas en calidad y cantidad, gracias a un modelo basado en la autonomía de los centros, la contratación según resultados, la evaluación de expertos independientes y la apuesta por programas de atracción y retención de talento. Sin embargo, la necesidad de ganar masa crítica y competitividad internacional ha impulsado una serie de procesos de fusión y concentración de entidades e infraestructuras que se han iniciado este período, entre las que destaca la creación del BIST (Barcelona Institute of Sciences and Technology), que agrupa seis grandes centros de investigación, y de EURECAT, que fusiona seis grandes centros tecnológicos. En el ámbito de la docencia, Cataluña cuenta con tres universidades entre las 200 mejores del mundo10 (UB, UAB, UPF) y dos de las 10 mejores escuelas de negocio europeas (IESE y Esade).11 La mayoría de indicadores de búsqueda continúan situándonos entre un 50% y un 100% por encima de lo que sería de esperar por cuota de población en Europa, con un aumento de las ayudas conseguidas del ERC (European Research Council) y de los fondos competitivos estatales y europeos, y una producción científica en ciencias de la vida que continúa en crecimiento, y que ya representa el 3,15% de la europea.
En este sentido, y a pesar de un entorno económico recesivo, Europa, que también quiere mejorar los indicadores de innovación, ha puesto en marcha instrumentos como la RIS3 (estrategias regionales de especialización inteligente), con el objetivo de conseguir que diferentes agentes del sistema trabajen conjuntamente para consolidar estrategias innovadoras en los principales pilares industriales de cada región, u otras iniciativas como las Knowledge and Innovation Communities del EIT (Instituto Europeo de Innovación y Tecnología). De estas comunidades (KIC), la de salud y envejecimiento activo (EIT Health tiene una sede en Barcelona y es uno de los proyectos más ambiciosos en el ámbito de la salud con financiación pública de estos tiempos, todo un éxito para la BioRegión.
Sin embargo, el análisis del Informe sigue poniendo de manifiesto retos que venimos arrastrando, los cuales hay que corregir y afrontar:
- El porcentaje de gasto de I+D público y privado sobre el PIB es muy bajo. Fue de un 1,47% en 2014, que queda muy lejos del 3% que nos marca Europa. Tanto las empresas (con un descenso del 13%), como las entidades de educación superior (con un 11,5%) y la Administración pública (con un 3,7%) siguen desinvirtiendo en investigación desde 2009. Es imprescindible aumentar el apoyo a la investigación básica y la investigación clínica, y contar con la implicación del sector empresarial para poder disponer de los tratamientos y productos que mejoren la salud de los ciudadanos.
- La capacidad de generación de actividad económica del sistema de I+D+i (patentes, licencias y spin-offs) no está en proporción con la actividad de producción científica. El alto nivel en la investigación no se traduce en una alta valorización socioeconómica. Por tanto, sigue habiendo una desconexión entre empresa e investigación, y un gap demasiado grande entre nuestros indicadores de excelencia científica y los de innovación. Así, se debe continuar mejorando la calidad del sistema y ser capaces de transformar el conocimiento en crecimiento económico.
- A pesar de los éxitos de inversiones de 2015, el acceso al capital sigue siendo uno de los obstáculos a los que se enfrentan nuestras empresas, que necesitan grandes inyecciones de capital a lo largo de todas las etapas de los proyectos, desde del inicio de la investigación hasta la comercialización. Debemos conseguir vehículos de financiación para desarrollar proof of concept (y superar el “valle de la muerte” de los proyectos); ampliar el pool de inversores; atraer más capital privado internacional; hacer visibles las oportunidades de inversión; aprovechar las nuevas plataformas alternativas de financiación y, también muy importante, disponer de los mecanismos legales para incentivar una cultura de filantropía en investigación e innovación, dada la progresiva disminución de recursos públicos.
- Necesitamos atraer y retener el mejor talento, porque aparte de emprendedores creativos e innovadores, necesitamos buenos directivos con capacidad de tomar decisiones y de comunicarlas. Gestores con experiencia que reúnan las habilidades para dirigir compañías en un sector singular, que requiere la convivencia y la confluencia de perfiles científicos y empresariales, para poder valorar las oportunidades de la tecnología, afrontar la interlocución con los inversores y asegurar la viabilidad del negocio a lo largo de su crecimiento.
Estas dificultades locales enfatizan la necesidad de continuar trabajando para conseguir un verdadero ecosistema alineado en voluntades y actuaciones estratégicas –con la complicidad del sector público y del privado– que permita incrementar el valor y que será esencial para ganar competitividad internacional y diferenciación en un sector en transformación. Es necesario, por tanto, seguir adelante para maximizar las excelentes potencialidades de la BioRegión que recoge este Informe, y que son la garantía del progreso y del futuro de nuestro país.